Por: Katherine G.
En la época en la que usted estudio en la universidad Enrique Guzmán y Valle” La cantuta el terrorismo estaba en su apogeo, y se dice que en ella había muchos terroristas, ¿Puede contarme alguna experiencia?
Sí, en la época que yo estudie en La cantuta el terrorismo se veía a flor de piel, los alumnos eran amenazados con armas de fuego, golpeados entre otras cosas. Gracias a mi nunca me toco vivir esas amenazas, siempre trate de mantenerme al margen de todo, con decirte que no hablaba con nadie, me volví un ermitaño.
He tenido muchos profesores buenos en mi vida; pero ninguno se compara a Enrique Carhuaricra. Fue mi profesor de lengua y literatura en el colegio “Bartolomé Herrera”; durante toda la secundaria me enseño a disfrutar el hábito de leer. Al poeta y cuentista de tan tremenda talla como profesor. Le pregunto si puede concederme una entrevista y generoso como es, me responde que sí...
¿Cuál es el fin de sus poesías y cuentos?
Para empezar escribo por que amo la literatura; y la verdad creo que si tienen un fin, pero uno propio, pues siempre he tratado de escribir sintiéndome seguro de que todo lo que plasmo es el mejor trabajo de mi vida.
Para empezar escribo por que amo la literatura; y la verdad creo que si tienen un fin, pero uno propio, pues siempre he tratado de escribir sintiéndome seguro de que todo lo que plasmo es el mejor trabajo de mi vida.
¿Ha recibido críticas literarias?
Claro, y siempre las recibo muy cordialmente porque de ellas uno aprende y va puliendo poco a poco su trabajo.
Claro, y siempre las recibo muy cordialmente porque de ellas uno aprende y va puliendo poco a poco su trabajo.
¿Quién es su más grande inspiración?
En mi vida hay tres personas muy importantes; mi madre que siempre me enseño a luchar por mis sueños, mi esposa quien me ayudo a cumplirlos y me dio el regalo mas grande que un hombre puede recibir, mi hijo Enrique, quien terminó por convertirse en mi mas grande inspiración.
En mi vida hay tres personas muy importantes; mi madre que siempre me enseño a luchar por mis sueños, mi esposa quien me ayudo a cumplirlos y me dio el regalo mas grande que un hombre puede recibir, mi hijo Enrique, quien terminó por convertirse en mi mas grande inspiración.
¿Desde que año se dedica en la docencia?
Más o menos desde los 90; recién egresado de la universidad La cantuta recibí una propuesta para enseñar en una institución educativa en Rimac, no dude en aceptarla; al año siguiente, decidí buscar por mis propios medios un nuevo trabajo, fue así como llegué a la Institución educativa “Bartolomé herrera” en el año 1992; y bueno aquí me tienen aún (risas).
Más o menos desde los 90; recién egresado de la universidad La cantuta recibí una propuesta para enseñar en una institución educativa en Rimac, no dude en aceptarla; al año siguiente, decidí buscar por mis propios medios un nuevo trabajo, fue así como llegué a la Institución educativa “Bartolomé herrera” en el año 1992; y bueno aquí me tienen aún (risas).
En la época en la que usted estudio en la universidad Enrique Guzmán y Valle” La cantuta el terrorismo estaba en su apogeo, y se dice que en ella había muchos terroristas, ¿Puede contarme alguna experiencia?
Sí, en la época que yo estudie en La cantuta el terrorismo se veía a flor de piel, los alumnos eran amenazados con armas de fuego, golpeados entre otras cosas. Gracias a mi nunca me toco vivir esas amenazas, siempre trate de mantenerme al margen de todo, con decirte que no hablaba con nadie, me volví un ermitaño.
-Muchas gracias licenciado Enrique.-De nada señorita Grados.
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